# Ficha de Hécate ~ Diosa de la Hechicería #

Mucho se dice sobre ella, pero poco de ello es cierto. Algunos dicen que es una titánide, nacida entre la unión de Perses y Asteria. Otros, que es una de las numerosas hijas de Zeus. Hay oráculos que, en cambio, la mencionan como hija del Principio y la Materia, dueña de la vida y la muerte. Pero nadie sabe quién. Nadie lo sabrá. Nadie debe saberlo. Y, sin embargo, una la conoce; y una es yo; y yo soy Hécate. Mi historia debe ser narrada en tragedia, comedia y romance. Mi historia debe bullir y calentar los corazones de la gente. Que los mortales y los dioses conozcan quién soy, y qué hago.

Hécate nació hace tiempo, cuando Zeus aún perseguía a Asteria, señora de las estrellas. Cuentan que no la atrapó, que se convirtió en una isla antes de que la poseyera, pero no es así: nadie escapa de Zeus. Él la tomó e hizo que engendrara a Hécate, quien nació como una Diosa, hija de la Titánide Asteria y el Dios Zeus. ¿Qué se podía esperar de semejante ser? Nada bueno, desde luego, pensaron los Dioses al verla. Y así fue como idearon un plan para asesinarla antes de que desarrollara su poder. Pero Zeus vio, y no le gustó. Rodeó a Hécate con un manto de estrellas, le dio de beber el mar, y de comer una de sus manzanas. Los Crónidas, que habían planeado el asesinato, lo vieron. Y al verlo se estremecieron, y al estremecerse huyeron. Nadie tocó o manchó a Hécate, quien al abrir los ojos y ver, empezó a crear su propio mito.

Fue Hécate la que, al ver a Hades raptar a Perséfone, informó a Deméter veloz como el rayo. Fue Hécate la que, al ver la tristeza de Deméter, intercedió ante Hades por ella y logró un pacto. Y, ¿quién acompañó a Perséfone en los fríos meses que pasaba en la eterna oscuridad? Hécate. Así, Hades, quien pudo apreciar ese gesto, la honró y le concedió el honor de presidir los juicios del Erebo. Tiempo después, engendró sola y con dolor a Etes, rey de Éfira y Cóloquida; a Escila, monstruo acompañante de Caribidis; y Circe, su descendiente, quien honraría a su antepasada con el dominio en brujería.

Pues no fue otra que Hécate quien vio, comprendió y creó la más compleja de las artes entre los Dioses. Ella, nacida de las Estrellas y el Rayo, logró ver más allá que la mayoría de sus congéneres y manipuló la Materia y la Existencia con el fin de crear y modelar a su gusto. Pero Hécate no era una Diosa Suprema; podía hacer sorprendentes y variados conjuros que entretenían a aquellos que la observaban, o con los que detenía y decapitaba a los mortales que la perseguían. Sin embargo, sus límites eran bastos, y el dominio de la magia le confirió una extraña debilidad física: había descuidado que un Dios no era sólo mente. Para expurgarse viajó hasta Creta, donde Dédalos construía el que sería un famoso laberinto. Allí le ayudó con sus poderes ilusorios, haciendo que el que entrara jamás saliera de allí con métodos mortales. Poco después, se dio cuenta de que eso había estado mal, y decidió retirarse a vivir aislada en las montañas. De este modo, desarrolló su amplio conocimiento en botánica y medicina. Para que los que se toparan con ella no la reconocieran, pidió a uno de los Oniros de Hypnos que le concediera el poder de alterar los recuerdos de la gente. Éste, al rehusar, encendió la ira de Hécate, acostumbrada a conseguir lo que quería. Finalmente aceptó, y Hécate, a día de hoy, continua aislada en algunas de las más altas cumbres.

"Los mortales no entienden que la brujería puede ser usada para el bien"

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